¿QUÉ ABARCA LA OFTALMOLOGÍA PEDIÁTRICA?

Cuando nacemos el sistema visual no está maduro y va evolucionando hasta los 13 años de edad. Durante ese período es fundamental detectar anomalías ya que sin corrección pueden quedar secuelas irreversibles para el resto de la vida.
En esta detección es fundamental el papel de los padres, los maestros y del oftalmólogo, ya que un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado permite que los niños tengan una buena visión durante el resto de su vida.
Cuando el niño es muy pequeño los problemas visuales son detectados por los padres y/o los pediatras, más tarde el niño puede quejarse de molestias oculares. Es importante que los niños acudan al oftalmólogo en caso de que los maestros en la escuela o los padres tengan alguna sospecha de disminución de la visión por parte del niño. No obstante se deberían realizar revisiones oftalmológicas de forma regular a partir de los 2-3 años.

Transtornos oculares más frecuentes en la infancia:

  • Estrabismo.
  • Ambliopía.
  • Defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo)

Sospechas típicas de problemas oftalmológicos.
Su niño:

  • Se acerca mucho al papel cuando escribe o ve la televisión.
  • Se queja frecuentemente de dolores de cabeza en particular cuando hace tareas de cerca (leer o escribir).
  • Tuerce el ojo con frecuencia (estrabismo).
  • Entorna o guiña los ojos.
  • Se rasca los ojos con frecuencia
  • Tiene lagrimeo.
  • Tiene ojos rojos de manera habitual.
  • No le gusta leer, se salta palabras, incluso líneas o lee en silencio.
  • Pierde la mirada al hablar con alguien
  • Tiene una pupila de color blanquecino o no es redonda.
  • Tiene legañas al levantarse
  • Deja de prestar atención con facilidad (lectura, juegos, explicaciones de clase).
  • Tiene una mala percepción visual, por ejemplo, confunde la “a” con la “e”, la “u” y la “n”, etc.

Ojo vago (“Ambliopía”)

El ojo vago o ambliopía es una de las causas más frecuentes (2 al 3% de la población) de pérdida de visión en niños y jóvenes. Consiste en una disminución de la visión por no haberse estimulado adecuadamente el sistema visual durante la infancia. Esta falta de estimulación es debida a un defecto de graduación (miopía, hipermetropía y astigmatismo) o bien a una desviación de los ojos. Es más frecuente en niños prematuros.

Suele ocurrir en un solo ojo aunque puede afectar ambos. Es un problema que no es fácil de detectar por los padres y requiere una exploración oftalmológica.

Si ocurre en un solo ojo no se detecta fácilmente ya que el niño ve bien con el otro ojo y realiza sus actividades con total normalidad. Cuando ocurre en los dos, es más fácil el diagnóstico ya que el niño no ve bien: no distingue objetos a distancia, le cuesta dibujar o leer, etc. Es fundamental acudir al oftalmólogo ya que se diagnostica fácilmente en la consulta.

Lo importante del ojo vago es que se puede tratar eficazmente antes de los 7-8 años de edad. Posteriormente y hasta los doce años de edad, las posibilidades de mejora se reducen.

El tratamiento depende de la causa que lo produzca actuando sobre ella (estrabismo, graduación, etc.), completándolo con oclusiones (tapar el ojo) sobre el ojo bueno para estimular el ojo vago.

En la edad adulta el ojo vago no se trata con oclusiones y la visión que ha desarrollado de niño será su máxima visión. En los adultos hay que explorar cual es la capacidad visual total que tiene ese ojo. Si el ojo posee funcionalidad visual se puede operar con Láser o con Lente intraocular y alcanzar la máxima visión mejorando ostensiblemente la calidad de vida del paciente pero no más allá que su desarrollo visual infantil.

El estrabismo

El estrabismo es una de las patologías más frecuentes en nuestra consulta  y  es la desviación anormal de uno o ambos ojos en alguna de las posiciones de la mirada. Pueden ocurrir desviaciones tanto en el plano horizontal (afuera y adentro) y en el plano vertical (arriba y abajo). Cada estrabismo tiene sus características clínicas y forma de tratamiento. El problema del estrabismo además del estético es que produzca un ojo vago.

En el nacimiento es frecuente que los niños desvíen la mirada, pero si lo hacen de forma constante o a partir de los 6-7 meses de edad puede ser un estrabismo establecido por lo que debe ser tratado por un especialista.

Los padres son los primeros en darse cuenta del estrabismo. A veces se manifiesta de forma intermitente: cansancio del niño, fiebre, al final del día.

Aún en este caso debe acudir a su oftalmólogo. Es muy importante corregirlo antes de los 7 años de edad ya que si no se produce un ojo vago que se mantendrá el resto de la vida.

Si existe un defecto refractivo (miopía, hipermetropía, astigmatismo), el estrabismo puede ser corregido en muchas ocasiones con gafas o lentes de contacto. En caso de un ojo vago (ambliopía) hay que tratarlo tapando con un parche el ojo bueno.

Si tras corregir el defecto de refracción y aplicar el parche el ojo se desvía, es necesaria una intervención quirúrgica. Con esta intervención se consigue alinear los ojos actuando sobre los músculos extra-oculares. Este tipo de intervención se realiza habitualmente de forma ambulatoria con anestesia general. En algunos tipos de estrabismo se puede emplear la Toxina Botulínica (“Botox”) no siendo necesaria la cirugía.

Hay algunos tipos de estrabismos que están producidos por hipermetropía (acomodativos) que pueden corregirse o mejorarse con una intervención con Láser. Al quitar las dioptrías el estrabismo desaparece. Estas intervenciones se pueden realizar a partir de los 21 años de edad.

Defectos refractivos

La miopía, hipermetropía y el astigmatismo pueden aparecer en los primeros años de la vida. Es muy importante detectarlo de forma temprana ya que durante esos años se desarrolla la visión y pueden producir un ojo vago. La imagen que recibe el cerebro no es nítida y sin tratamiento puede quedar como secuela permanente.

Frecuentemente el niño no suele quejarse de visión borrosa por temor a tener que llevar gafas y se puede traducir en un bajo rendimiento escolar. Para evitar estas situaciones es aconsejable llevar al niño a revisar por el  oftalmólogo a los 3-4 años de edad para diagnosticar estos problemas. Estos defectos pueden corregirse con gafas o lentes de contacto hasta los 21 años y posteriormente valorar el tratamiento con Láser Excimer.

EDAD
Objetivo
Al nacer

Descartar anomalías congénitas: Glaucoma congénito, Malformaciones, Tumores, Estrabismo congénito, Ptosis congénitas, Cataratas Congénitas

A los 3 años

Primera exploración ocular completa:

  • Agudeza visual (ojo vago)
  • Motilidad ocular (estrabismo)
  • Biomicroscopía completa
  • Fondo de ojo (bajo dilatación con gotas)
De los 3 a los 10 años

Revisión regular anual

De los 10 a los 16 años

Descartar anomalías congénitas: Glaucoma congénito, Malformaciones, Tumores, Estrabismo congénito, Ptosis congénitas, Cataratas Congénitas

Sabías que….

  • Se ha demostrado que un elevado porcentaje de fracasos escolares se relaciona con problemas visuales; cerca del 20% de los niños en edad escolar puede presentar problemas de visión en uno o en ambos ojos.
  • El diagnóstico precoz es fundamental ya que existen problemas oculares que sólo tienen solución en los primeros años de la infancia.